¿Alguna vez ha llegado demasiado temprano, o apenas unos minutos tarde a un negocio —¿al banco, por ejemplo?—, sólo para encontrarse con la desagradable sorpresa de que o no han abierto, o que le cierran la puerta en las narices?
Un secreto sencillo (y poderoso) para mejorar la experiencia del cliente en su organización es simplemente abrir diez minutos ANTES, y cerrar diez minutos DESPUÉS de la hora usual.
Si la expectativa de sus clientes es que su negocio empieza a atender a las ocho de la mañana, abra de ahora en adelante a las 7:50 am. Y si cerraba a las cinco de la tarde, cierre ahora a las 5:10.
"Diez minutos antes, diez minutos después".
Una de las leyes fundamentales del servicio al cliente es "prometer de menos, entregar de más". El Principio de los Diez Minutos es una manera fácil e inmediata de ganarse un espacio en el corazón de sus clientes.
Si alguien llama a su oficina unos minutos antes de la hora oficial de abrir, o unos minutos después de cerrar, ¿por qué no contestarle y hacer más negocios?.
Lo mejor es que a usted no le costará un centavo: sólo juegue con los turnos. Y nadie tiene que trabajar más: sólo se ajustan y rotan los horarios de entrada y salida del personal.
¿El truco? ¡No lo anuncie! (ni lo confiese jamás): sólo póngalo en práctica sin hacer alarde. La sorpresa será mejor que la expectativa.
Cada vez que un cliente decida madrugar —o llegar tarde— estará encantado de su 'buena suerte'.
Copyright © MMXIV por Sergio Flores, Presidente, SQI Latin America.
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